La historia de la estructura del átomo ha sido la piedra angular por el que se ha construido la química a lo largo de los años, principalmente, tomando en cuenta los primeros estudios del átomo que fueron denominados los modelos atómicos, iniciando con el de Dalton, en 1808, pasando por el de Thomson en 1904, posteriormente el de Rutherford en 1911 y finalizando con el de Bohr en 1913. El primer modelo atómico dado por Dalton, sumado a los conocimientos de Dmitri Mendeléyev, permitieron la publicación de la primera tabla periódica en 1869, que fue pulida a lo largo del tiempo gracias a los avances en los modelos atómicos, permitiendo organizar los elementos a partir de diversas características como el número atómico, además de la electronegatividad, afinidad electrónica y la fuerza de ionización, propiedades presentadas gracias a las partículas que componen los átomos, los protones, neutrones y electrones. En la presente lección tomaremos en cuenta los múltiples modelos atómicos planteados a lo largo de los años, además de como la tabla periódica está dispuesta, tomando en cuenta diversas características de los átomos y de los elementos y, de igual modo, cómo plantear estos tópicos frente a estudiantes, tomando en cuenta diversas herramientas de aprendizaje frente a múltiples escenarios de clase.
1. El profesor explica que los elementos de la tabla periódica catalogados como no metales, cumplen funciones importantes dentro del equilibrio, en el sentido que deben estar presentes para la existencia de la vida en nuestro planeta. Por ejemplo, el oxígeno, que es indispensable para la respiración, y el carbono, que es una parte fundamental dentro de la estructura de los seres vivos. Dentro de sus características físicas, está el hecho de que son malos conductores tanto de la electricidad como del calor. Además, menciona una propiedad periódica que los no metales tienen en común, caracterizada por
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Microsoft Encarta, (2008). Modelo atómico de Rutherford. [Figura] Recuperado de:
https://www.ecured.cu/Teor%C3%ADa_at%C3%B3mica_de_Rutherford
Tras esta introducción, el profesor le pidió a sus alumnos que investigaran uno de los descubrimientos más relevantes que aportó el modelo atómico de Rutherford y lo expusieran en la clase siguiente. Así, en la siguiente sesión un alumno se ofrece voluntario para decir su respuesta, afirmando que Rutherford definió la posición de los protones. El profesor le asegura que esto es correcto ya que3. Un docente, para dinamizar su clase de estudiantes entre 15 y 16 años, presenta un video de corta duración en el que se muestran animaciones de cómo los electrones de un átomo pueden ser separados del núcleo, evidenciándose que la fuerza para arrancar un electrón varía entre cada elemento de la tabla periódica. Al observar este hecho, un alumno decide preguntar al docente a qué se debe esta variación en la fuerza para arrancar un electrón a un átomo en diferentes elementos. Ante esta duda, el docente decide exponer el siguiente concepto:
“Los diversos elementos poseen una energía mínima necesaria por la cual se le puede arrancar un electrón en un átomo. Esta propiedad cambia su valor tomando en cuenta características como, por ejemplo, la cantidad de neutrones inmersos en el núcleo de un átomo, puesto que la energía con la que se arranca un electrón posee un comportamiento proporcional a dicha cantidad de neutrones en los elementos de cada periodo.”
Tomando en cuenta la explicación, el objetivo del docente al proveer el concepto anterior es retroalimentar al alumno a partir de
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Al presentar la imagen, en el video explican que la masa atómica del magnesio es de 24 unidades de masa atómica o uma, tomando en cuenta la cantidad de protones de este elemento, que es 12, y la cantidad para los neutrones, que es igual. Al finalizar el video, una alumna pregunta por qué es 24 si de igual manera también hay 12 electrones que rodean al núcleo, como se puede observar en la imagen, por lo que deberían ser tomados en cuenta al momento de contabilizar la masa atómica del magnesio. El docente, para aclarar la duda de la estudiante, debe proceder mediante
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5. En clase el profesor está explicando la distribución de la tabla periódica y pretende que sus estudiantes ubiquen algunos elementos según sus características. Sin embargo, un estudiante interrumpe la explicación preguntando a su profesor: “¿cómo se hace para identificar a los elementos de la tabla periódica que son metales según sus propiedades físicas?”. El profesor le indica que en su gran mayoría los metales poseen características físicas como
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Lo que identifica a la mayoría de los metales es un brillo característico en el que se puede reflejar la luz. Además, tienden a ser argentíferos, que es el color de la plata, con una facilidad para hacer filamentos (ductilidad) y son muy conductores tanto de calor como de electricidad. Por eso, la respuesta correcta es la que alude a estas características.
La opción que refiere a que poseen una variedad de colores no es correcta, ya que los metales no presentan colores como el violeta, blanco o azul, etc. Adicional a esto, los metales no son elásticos.
La opción que menciona que tienen estado de agregación diverso tampoco es correcta, ya que la mayoría de los metales (excepto el mercurio) son sólidos a temperatura ambiente.
Finalmente, la opción donde se menciona que los metales tienen alto grado de tenacidad no es correcto ya que la resistencia a romperse es solo una característica de unos cuantos metales.
6. Para la clase de propiedades periódicas, el profesor escribe en el tablero el siguiente ejemplo para que los alumnos lo copien: “el átomo de flúor (F) libera 328 kJ/mol cuando captura un electrón y se transforma en F−. El anión fluoruro es muy estable por tener la configuración electrónica del Neón. Esto se expresa mediante F(g)+1e−→F−(g)(1).”
El profesor les explica a sus estudiantes que esto se trata de un ejemplo de afinidad electrónica debido a que
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7. Para explicar cómo se sitúan los electrones alrededor del núcleo, el docente decide expresar el siguiente concepto acerca de este tema:
“Los electrones se organizan alrededor del núcleo atómico a partir de niveles de energía y orbitales, tomando en cuenta el número atómico del elemento. Siendo así, se toman los 7 niveles energéticos posibles para un átomo, y cada capa de energía alberga una cantidad de electrones máxima tomando en cuenta la ecuación 2n2, donde n es igual al nivel de energía. Luego están los orbitales atómicos, representados por las letras s, p, d y f, los cuales albergan 2, 6, 10 y 14 electrones respectivamente. Por último, los niveles energéticos se asocian a distintos orbitales tomando en cuenta el número de electrones que pueden albergar, como el nivel 1 que solo presenta el orbital s. Por ejemplo, la notación 1s2 indica que hay 2 electrones en el nivel 1 de energía y en el orbital s.”
Para evaluar a primer vistazo el concepto provisto con anterioridad, el docente decide pasar a uno de los alumnos al tablero para tomarlo como ejemplo acerca de cómo ubicar los electrones de un átomo, tomando en cuenta el sodio, elemento con número atómico 11. El alumno, al no entender aún de manera concreta cómo se realiza este proceso, le pide guía al docente, ante lo cual, para orientar al alumno de manera adecuada, el profesor decide
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9. Un profesor, al explicar la distribución en la tabla periódica, les enseña a sus alumnos que las casillas horizontales se denominan Periodos y que están enumerados de 1 a 7. En ese momento, un estudiante le pregunta si los elementos que están en el periodo 7 es porque tienen 7 electrones de valencia. Ante esto, el profesor le contesta que la afirmación no es correcta ya que
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La electronegatividad es una de las propiedades periódicas que poseen los elementos, y es aquella que indica la capacidad que tienen los átomos de atraer un electrón de otra partícula atómica con el fin de realizar un enlace, atracción dada gracias al núcleo atómico. La electronegatividad varía entre elemento y elemento, de tal manera que existen átomos que poseen una atracción de electrones mucho mayores, por lo que forman enlaces más fácilmente que aquellos átomos con bajo valor de electronegatividad. Esta variación en dicha propiedad es la que permite plantear dos diferentes tipos de enlaces según la diferencia de electronegatividad: los enlaces covalentes y los enlaces iónicos. En los primeros, los enlaces se dan entre átomos que no poseen gran diferencia de electronegatividad, para ser más específicos, una diferencia igual o menor de 1,7 constituye un enlace covalente. Entre los enlaces covalentes hallamos los enlaces covalentes no polares y polares, donde los primeros se dan entre átomos de un mismo elemento o átomos con una electronegatividad idéntica, la cual posea una diferencia máxima de 0,4, mientras que los segundos son enlaces entre átomos que presenten una diferencia de electronegatividades entre 0,4 y 1,7. Representando estos enlaces, uniones atómicas estables. Los enlaces iónicos se dan entre átomos que poseen diferencias de electronegatividades muy altas, por lo que uno de los átomos prácticamente arranca un electrón del otro átomo, cambiando las cargas de estas partículas, donde el que recibe el electrón se vuelve un anión (átomo con carga negativa), mientras que el que pierde el electrón se convierte en un catión (átomo de carga positiva). A razón del concepto presentado por el docente, siendo este concepto preciso y además basado en una herramienta dinámica, el cual colabora con un entendimiento simplificado por parte de los alumnos acerca de un concepto complejo, complementando de igual manera, gracias a la simulación presentada, el conocimiento adquirido por el estudiante por parte propia, complemento esencial para que el estudiante entienda de mejor manera el tema ya que el concepto de electronegatividad y los enlaces que se dan por esta propiedad puede ser muy complicado, así que la simulación de los enlaces entre diferentes átomos y el tipo de enlace que se forman a partir de dichos enlaces, además de la explicación, permiten abordar todo detalle para el entendimiento del alumno, así que la opción de respuesta que toma un concepto preciso en base a una herramienta dinámica como objetivo para explicar cómo la fuerza de atracción proveniente por parte del núcleo de los átomos es la causante de la variación en los enlaces entre diferentes átomos, donde no hay una gran diferencia en los enlaces covalentes, mientras que sí existe una gran variación en la electronegatividad de los átomos en un enlace iónico, es la adecuada para responder la cuestión planteada.
Al momento de realizarse un enlace entre un par de átomos, esta unión se presenta entre un electrón de valencia proveniente de cada átomo, es decir, el enlace está dado por dos electrones, más no se toma en cuenta dos o más electrones presentes en la capa de valencia de los átomos, por lo tanto las opciones de respuesta que toman en cuenta la formación de enlaces, ya sea mediante todos los electrones de valencia entre los átomos, o donde los enlaces covalentes se forman por diferente cantidad de electrones en la unión entre átomos son descartadas. A lo anterior, cabe acotar que el docente, al presentar un programa que permite visualizar en detalle los enlaces que se forman entre dos diferentes átomos, además de que posibilita interactuar con diferentes características de un enlaces como lo es el elemento al que pertenecen los átomos implicados en el enlace, expone una herramienta muy completa que toma en cuenta una explicación tanto interactiva como concreta, dando un plus frente a una lectura proveniente de un libro de química, permitiendo a los estudiantes indagar de manera tanto visual como verbal sobre cada detalle acerca de la electronegatividad, colaborando a un aprendizaje lo más completo posible
Para finalizar, los enlaces químicos se presentan entre átomos que finalmente tendrán una carga atómica diferente, ya sea uno negativo y el otro positivo, pero átomos que posean la misma carga no pueden realizar un enlace, puesto que cationes o aniones se repelerían entre átomos con una misma carga, por lo tanto la alternativa que indaga en que los enlaces covalentes se dan al unir átomos con una misma carga atómica es descartada. Sin embargo, aunque el concepto provisto es erróneo, cabe destacar que el proveer el marco conceptual necesario para entender cada tipo de enlace según las diferencias de electronegatividad, constituye un objetivo idóneo tomando en cuenta lo expresado en el caso, puesto que la duda del alumno abre la posibilidad de entrar en el tema de electronegatividad y así proporcionar a los alumnos de un nuevo tema de manera concreta y facilitada mediante una herramienta completa como un programa especializado en química.
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